Educación y redes sociales en tiempo de Elecciones

Si bien aún faltan varios meses para que se realicen las elecciones tanto presidenciales como de congreso, ya se siente el ambiente electorero muy típico en países como Colombia. El ver y analizar la conducta de los posibles candidatos, así como la masa en general, seguidores y contradictores, podemos ver un mosaico de conductas humanas que a veces rayan en lo absurdo y aún más, preocupante.

El acto de elegir y ser elegido naturalmente pertenece a las esferas de la conducta humana y trae tras de sí expresiones que lamentablemente han tenido una connotación violenta desde hace muchos años. No ha pasado, aunque sea una fiesta democrática sin expresiones y actos violentos centrados no solo en el manejo violento del lenguaje sino en la acción misma como es el asesinato, el desplazamiento o la amenaza.

Las pasiones, los temperamentos, las conductas desenfrenadas han sido característico en la gente que acude a cumplir con el deber democrático. El uso y manipulación al que ha sido sometido el ciudadano, han llevado a que se repita constantemente el panorama anteriormente señalado.

La pregunta y sentido del presente ensayo es qué papel debería jugar la educación precisamente para hacer de la contienda electoral, un acto democrático y racional. Tarea que a la luz de los resultados por lo menos en Colombia, no ha sido satisfactoria y pensaría incluso contraproducente.

En los últimos años como medida institucional se incluyó en el currículo escolar democracia y convivencia, como un paso en el sentido de orientar a la juventud sobre los valores de la democracia y libertad. No dudo que es un paso necesario, pero queda en el ambiente un cierto tufillo de decepción al ver cómo esta juventud queda encerrada entre dos formas de educar, la formal a partir del discurso, propio de las escuelas, y el de las redes sociales y demás tecnologías que como se sabe, ya han roto fronteras convirtiendo el acceso a la información en un acto caótico y sin control.

Queda la sensación que la acción pedagógica se trasladó del escenario natural como es el aula, al de las redes, entrando esto en un medio bastante cuestionable dado la facilidad de recibir información muchas veces de dudosa calidad y veracidad. Por otro lado, el docente queda en una situación muy álgida dado el ambiente tan politizado en el cual es muy difícil establecer la medida para describir el accionar pedagógico del maestro como orientador y no como adoctrinamiento.

De igual forma, la más creciente agitación política sumado a la facilidad de acceso a la información a través de las TIC´s, deja entrever un grave problema y es el rol de las redes sociales en la conducta de la gente. Medios como Facebook, o twitter se han convertido en poderosas herramientas de manipulación de una población que no cuenta ni con la preparación ni con la intención de querer saber y entender la realidad propia y ajena.

Esto indudablemente establece un serio reto para la educación en el sentido de preparar a la gente a comprender y ser crítico de las redes sociales, tener la cultura necesaria para que pueda por fuera de las manipulaciones mediáticas, tener el criterio suficiente para acceder libremente a estas y extraer de ellas lo que necesita sin trasgredir su integridad emocional y social.

Y finalmente se espera que la educación recobre su sentido social al no centrarse exclusivamente en establecer medios de aprendizaje como tal, sino también como medio que permita y facilite a la persona ser cada vez mejor consigo mismo y los demás, en beneficio de una sociedad que necesita entenderse y verse reflejado en un futuro que de por sí debería ser optimista.

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